En primer lugar desengancharemos las correas para trabajar con una mayor comodidad.

Aplicamos calor, mucho calor a la pantalla, de hecho es recomendable utilizar directamente una pistola de aire caliente, nosotros con el tapete hemos sufrido para despegar la pantalla. Una vez aplicado el calor, hemos introducido dos herramientas una un poco más rígida (la púa), para abrirnos algo de hueco, y otra más fina para ir despegando con cuidado los bordes de la pantalla. Seguidamente deberemos retirar el blindaje que cubre el conector de la pantalla (nos hemos olvidado de hacer las fotografías), y ya podremos desconectar la pantalla.